Aqualia trabaja para reducir su huella energética y avanzar hacia un modelo de gestión más eficiente, limpio y circular. La compañía entiende que el tratamiento del agua no solo debe ser sostenible, sino también una oportunidad para generar energía renovable y recursos reutilizables.
Durante 2024, Aqualia ha intensificado su apuesta por la transición energética mediante la producción de energía limpia, la mejora continua de la eficiencia en sus instalaciones y el desarrollo de soluciones innovadoras que transforman el agua residual en recursos energéticos y materiales de valor.
Son hechos, no palabras
Producción de energía renovable
El 45,97% de la energía utilizada por Aqualia en 2024 provino de fuentes renovables generadas en instalaciones propias, mediante acuerdos de compra o adquisición directa. La biofactoría de Mérida alcanzó el consumo energético cero en horas punta gracias a sus 665 placas solares, cubriendo el 40% del consumo anual. En Francia, se instalaron 3.500 m² de paneles fotovoltaicos en la depuradora de Dreux, que producirán el 24% del consumo de la planta. En Georgia, se modernizó el complejo hidroeléctrico de Zhinvali, una infraestructura estratégica para el abastecimiento de agua en Tiflis. Además, el proyecto Misiones Zeppelin implantó pilotos para la producción de hidrógeno verde en Algeciras.
Gestión energética certificada
Aqualia cuenta con un Plan de Mejora de la Eficiencia Energética bajo la norma ISO 50001. En 2024 se aplicaron medidas como el control automatizado de aireación en 22 depuradoras, la codigestión de cosustratos en Guijuelo y Guillarei, y la hibridación de tecnologías renovables en Lleida y Badajoz. También se incorporaron herramientas basadas en inteligencia artificial para optimizar el consumo en plantas desaladoras.
Economía circular aplicada al agua
Aqualia impulsa la transformación de las EDAR en biofactorías capaces de recuperar recursos, minimizar residuos y generar productos de valor.
En 2024, la EDAR de Mérida inauguró una de las mayores biofactorías de microalgas de Europa, con 20.000 m² de cultivo dedicados al proyecto de innovación H2020 SABANA. Además, se desarrollaron iniciativas como B-Ferst, LIFE INTEXT, HE Cheers y H2020 Ultimate, que promueven la valorización de subproductos industriales, la recuperación de nutrientes y la mejora de la calidad del agua tratada, consolidando un modelo circular en la gestión del ciclo integral del agua.
Autoconsumo energético
En 2024, Aqualia alcanzó una potencia instalada de 9.048,8 kWp en 60 instalaciones fotovoltaicas, con previsión de ampliación a 16.923 kWp. En la depuradora de Badajoz se puso en marcha una turbina hidráulica que genera más de 600.000 kWh al año, cubriendo el 38% del consumo de la planta. En Lleida se implantó un sistema de control para gestionar la hibridación de tecnologías renovables, optimizando el uso de energía propia y reduciendo la dependencia de fuentes externas.
Reducción de emisiones
Gracias a la valorización energética de residuos y al uso de fuentes renovables, Aqualia evitó la emisión de 23.046 toneladas de CO₂ en 2024. Además, se compensaron 1.800 toneladas mediante proyectos certificados.
La compañía ha focalizado sus planes estratégicos en reducir las emisiones derivadas del consumo eléctrico en procesos de depuración, avanzando hacia una gestión climáticamente responsable.