18 mayo 2018
Tradicionalmente la depuración de aguas en la que llevo trabajando 25 años ha sido intensiva en consumo de energía pero esto está cambiando, o para ser más exactos trabajamos para hacer que cambie.
Las inversiones en I+D realizadas por Aqualia, dentro de programas con ayudas españolas y europeas están permitiendo investigar para propiciar un cambio radical de los procesos de depuración de aguas. Muchos de estos proyectos están orientados a eliminar los contaminantes del agua residual que todos producimos en nuestros hogares y transformarlos en biogás para otros usos.
Estos trabajos de investigación permitirán en el futuro cambiar completamente los sistemas actuales de depuración desde el consumo de energía a la producción neta, pero mientras esto llega trabajamos en procesos de mejora del rendimiento de las instalaciones actuales construidas en los últimos 30 años.
En el proyecto SMART Green Gas que tengo la suerte de liderar desde Aqualia, ha permitido obtener, a partir de las aguas residuales, biogás para producir energía eléctrica. Ello permite, por un lado, un ahorro de coste energético en las instalaciones de saneamiento y, por otro, obtener un producto concentrado y limpio de impurezas que sirva de combustible autóctono generado a partir de residuos y cuyo impacto en huella de carbono es cero.
Pero además de las ventajas en cuanto emisiones no olvidemos el impacto económico; con el proceso ABAD Bioenergy patentado por Aqualia se consigue un combustible a un precio muy ventajoso respecto a los combustibles fósiles; el ahorro se estima en 7 euros para cada 100 Km lo que esperamos permita la implantación de nuevas instalaciones en las plantas gestionadas por Aqualia como en otras a las que accedamos gracias al incentivo que resulta poder ofrecer este nuevo proceso para mejorar la rentabilidad de las plantas de nuestros clientes.
El desarrollo de las actividades del ciclo integral del agua implica el desplazamiento de nuestros compañeros de mantenimiento, lectores y obras por los municipios a los que damos servicio y para ello tenemos flotas de vehículos susceptibles de utilizar el propio biocombustible producido en las depuradoras. Esto ha sido ya una realidad en los municipios gaditanos de Chiclana y Jerez de la Frontera, donde tres vehículos han realizado 30.000 Km cada uno alimentados con este biometano. Esperamos en el próximo año sustituir los vehículos actuales movidos con combustibles de petróleo por flotas movidas con gas natural comprimido con el consecuente impacto sobre la reducción del 80 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es por ello que estamos provocando con nuestro trabajo el cambio a la utilización de energía renovable y más respetuosa con el medio ambiente no solo internamente sino también en los municipios en los que prestamos servicio.
Autor
Pilar Icaran López
Jefa proyectos Innovación y Tecnología en Aqualia