17 octubre 2018
El ODS 17 se centra en la importancia de la colaboración público-privada para alcanzar los Objetivos del Milenio: “Fomentar y promover la constitución de alianzas eficaces en las esferas pública, público-privada y de la sociedad civil, aprovechando la experiencia y las estrategias de obtención de recursos de las alianzas”
El modelo español en el sector del agua se caracteriza por la complementariedad y convivencia público-privada, modelo que ha sido y es fuente de inspiración para otros países, tanto en la región Mediterránea como en otras latitudes donde los retos de la gestión del agua son similares a los nuestros.
La gestión de los recursos hídricos es una actividad estratégica en el desarrollo económico, proporcionando un entorno apropiado para el desarrollo de todo tipo de actividades y el crecimiento de los núcleos urbanos y de las poblaciones rurales. De esta manera, llevar a cabo una buena gestión del agua, no solo repercute en un buen servicio para la ciudadanía en relación con todas y cada una de las fases del ciclo del agua, sino que también contribuye a la generación de riqueza y tiene un impacto positivo en el conjunto de la sociedad.
Por este motivo, la colaboración es especialmente relevante en países en vías de desarrollo, en los que sin la participación de empresas como Aqualia que realizan inversiones y aportan su experiencia en el diseño, la gestión, construcción y operación de plantas de tratamiento de agua, sería inviable llevar a cabo proyectos y mejoras para un desarrollo sostenible.
A título personal, todavía recuerdo el Proyecto de New Cairo, un reto de grandes dimensiones desde mi primer día en el mismo. Una depuradora de gran tamaño, 250.000m3/dia de agua residual que se convertirían en agua de riego, reduciendo las necesidades de agua potable para ese fin y mejorando la calidad del medio receptor al recibir un agua tratada de calidad.
En esos momentos, en Egipto, el concepto PPP no existía pero ya se intuía su necesidad e idoneidad para abordar grandes proyectos donde la parte pública no dispone de recursos financieros para cubrir una necesidad básica como el saneamiento. Aquí es donde Aqualia con el socio local Orascom supimos encontrar el camino adecuado vía la colaboración público privada con el Gobierno de Egipto.
Tal fue el éxito, que este caso es el modelo “best practice” de acuerdos PPP en la prestigiosa escuela de negocios IESE y la base del desarrollo de todos los acuerdos PPP posteriores en el país.
A destacar también, que dentro del marco de un contrato PPP existen una serie de sinergias y optimizaciones financieras muy beneficiosas para todas las partes:
Y este no es el único caso, proyectos como el Acueducto de Queretaro o el Acueducto del Realito en México, las desaladoras de Mostaganem o Cap D’Jinet en Argelia, todos son ejemplos de participación público- privada donde Aqualia aporta su know-how y fuerza financiera, el ente público aporta el proyecto, las necesidades y las garantías necesarias para poder ejecutar el contrato, y normalmente un socio local ejecuta las obras civiles y aporta sus conocimientos del sitio. Se requiere un gran esfuerzo y mucha colaboración pero el resultado es muy gratificante, las personas consiguen de una forma eficiente, sin grandes endeudamientos por parte de los Gobiernos, acceso al agua o saneamiento, mejorando sus vidas.
Autor
Eva Arnáiz
Jefa de departamento de proyectos especiales